Seguramente, cuando uno piensa en esta época del año en bulbos o plantas bulbosas, es común asociarlos con los tulipanes, y otras plantas de las que te voy a hablar a continuación, que se plantan en otoño (normalmente entre septiembre y octubre) en el exterior para embellecer el jardín en primavera. Sin embargo, y aquí va la buena noticia para todos aquell@s jardiner@s principiantes que lo desconocían y/o los que se lamentan por haberse acordado tarde un año más, ¡aún estás a tiempo de cultivar plantas bulbosas de primavera dentro de casa!
Si te animas y decides continuar leyéndome, te enseñaré que existen numerosas variedades de bulbos que se pueden cultivar perfectamente en el interior de nuestras casas durante los meses de octubre y noviembre, incorporando un toque de luminosidad y alegría allí donde los pongas. Y lo mejor de todo, ¡sin darte apenas trabajo!
Así que, a pesar que empiece a asomarse el frío y empieces a sentir cierta nostalgia por la vitalidad que se respiraba en nuestros patios, balcones o jardines de exterior en primavera y verano, confío en que te alegre el conocer que aún estás a tiempo de iniciar algún proyecto ilusionante en casa de “Jardinería para el bienestar” que de bien seguro os beneficiará a ti y a tu familia. Porque acordaos de mi lema principal: ¡las PLANTAS nos dan de VIDA, y de la BUENA!
Plantas bulbosas
Características de las plantas bulbosas
Las bulbosas son todas las plantas que poseen un órgano de reserva subterráneo, comúnmente denominado “bulbo” -como el de las cebollas o los ajos-, del que brotarán el tallo, las hojas y las flores. En otras palabras, son plantas que una vez las plantemos y siempre que les proporcionemos los niveles adecuados de luz y agua, y la mayoría también sustrato, serán capaces de generar una nueva planta.
Tras leer estas líneas, ¿no crees aún más que las plantas son extraordinarias? Sigue leyéndome y quedarás más convencido/a por su capacidad de crecer y desarrollarse incluso tan con solo agua.
El mejor momento para plantarlas
En jardinería diferenciamos principalmente los bulbos de primavera y los bulbos de verano.
Las bulbosas de primavera se plantan en otoño y nos regalan preciosas flores en primavera, siendo las más conocidas: narcisos, tulipanes, jacintos, crocus, campanillas de invierno, iris, amarilis, fresias, anémonas, azucenas o lirios, etc.
Por el contrario, las plantas bulbosas de verano se plantan en primavera para que florezcan en verano, como por ej.: azucenas, gladiolos, dalias, begonias, nardos, calas, crocosmias, agapantos, etc.
Que sepas que, aunque quizás algo menos conocidas, también existen las plantas bulbosas que florecen en otoño y principios de invierno, como las de la especie del género Nerine originarias del sur de África. Estas se plantan principalmente en primavera.
Cómo plantar los bulbos
Si te fijas por ej. en una cebolla o un ajo, verás que tiene dos extremos:
- uno de rugoso y peludo que dará origen a las raíces,
- y otro más puntiagudo que producirá el tallo de la flor.
A la hora de plantar tus bulbos, fíjate en colocarlos siempre de forma que el extremo rugoso toque el suelo (las raíces siempre buscan la oscuridad) y la parte puntiaguda mire hacia la luz (¡y los tallos siempre se dirigen hacia la luz!)
Cómo elegir donde plantar los bulbos
La mayoría de los bulbos no son muy exigentes en cuanto al lugar donde se plantan. Crecerán igual de bien en el suelo de tu jardín como en una maceta (colocada dentro o fuera de casa), e incluso en un recipiente con tan solo agua, tal y como te explicaré a continuación.
La principal razón por la que aconsejo a todo el mundo plantar bulbos dentro de casa es que, al tenerlos más cerca, uno puede disfrutar mucho más de la belleza y la fragancia de sus flores, lo que aporta una experiencia sensorial agradable y relajante. El poder observar de cerca su desarrollo, te ayudará además a elevar tu nivel de asombro y gratitud por este espectáculo de vida que nos regala la naturaleza.
Proyectos de jardinería de interior con plantas bulbosas
Si no tardas demasiado en plantar los bulbos que te recomiendo en el siguiente apartado, sobre todo si vas a cultivarlos en una maceta con tierra (en recipientes con sólo agua crecen mucho más rápido), dentro de unas cuantas semanas podrás disfrutar de las primeras flores primaverales en el interior de tu hogar.
Formas de cultivo
Cultivo en maceta y tierra
Elige una maceta o cualquier otro recipiente (idealmente con agujeros de drenaje en su base) no demasiado grande, pues las plantas bulbosas que suelen cultivarse dentro de casa no son de gran tamaño. El bulbo de mayor calibre es el de Amarilis, pero no tendrás ningún problema porque se aconseja plantarlo en macetas más bien pequeñas de forma que sobresalga un tercio del bulbo.
- Antes de enterrar los bulbos, humedece el sustrato, asegurándote de no empaparlo en exceso.
- A continuación, llena tu maceta hasta unas tres cuartas partes de su capacidad y coloca los bulbos en la parte superior del sustrato bastante cerca unos de otros.
- Cúbrelos con más sustrato dejando que se asomen ligeramente sus puntas y riégalos abundantemente.
Puedes dar rienda suelta a tu creatividad y decorar la superficie del sustrato con musgo, grava, vidrio o piedra decorativa, convirtiéndolo así en un bonito regalo.
Cultivo en agua
Esta otra forma de cultivarlos, es en mi opinión, muy facilona y más estimulante y divertida. Y confío llame tu atención tengas la edad que tengas. ¡Incluso alguien sin experiencia en jardinería puede cultivar bulbos en agua!. Para ello, es clave adoptar un Actitud Jardinera Positiva (AJP), tal y como te guio en mi artículo.
Tan solo necesitarás unos pocos materiales: un recipiente adecuado de plástico o cristal, agua fresca y luz, ¡y por supuesto los bulbos que elijas!
- Sólo Agua
El recipiente tan solo debe sostener el bulbo en la superficie del agua, de forma que solo la base donde se asoman las raíces entre en contacto con el agua; de lo contrario existe el riesgo de que el bulbo se pudra. Recuerda que siempre debes colocar los bulbos con la punta hacia arriba.
Si utilizas un jarrón transparente harás la actividad mucho más entretenida, además de terapéutica. Te ancla al momento presente dándote la oportunidad de mejorar tu capacidad de concentración al poder observar cómo se van desarrollando las raíces y los brotes. Para mí, un proceso mágico. Venden jarrones específicos con forma de reloj de arena (popularmente conocidos como “jacinteras”) que quedan muy bonitos encima de cualquier mesa o estantería.
- Agua y Piedras Decorativas
Partiendo del mismo recipiente anterior, coloca en el fondo un puñado de piedras decorativas (grava, mármoles, vidrio, e incluso piedras de acuario). Las raíces crecerán en la mezcla de piedras y agua, mientras el bulbo debe permanecer elevado y seco.
Elijas la forma de cultivo que elijas, en todos los casos debes colocar los recipientes en un lugar con luz moderadamente intensa pero no directa e ir añadiendo agua conforme sea necesario para mantener el nivel justo donde las raíces se están desarrollando.
Con el tiempo, verás asomarse el tallo y algunas hojas. Es a partir de ese momento que debes trasladar tu planta a una zona más iluminada donde la temperatura sea de al menos 18°C.
Ve girando el recipiente para que los tallos crezcan rectos y no se inclinen hacia el sol. La mayoría de los bulbos florecerán en unas 4-5 semanas.
Plantas bulbosas más apreciadas por su cultivo interior en invierno
No todos los bulbos de primavera son adecuados para el cultivo en el interior.
Lo primero que debes hacer es asegurarte que han sido “forzados”, es decir, han sido sometidos a un periodo de bajas temperaturas (tranquilo/a que los venden así en la mayoría de los centros de jardinería) y que tienen una apariencia saludable, sin imperfecciones ni señal de enfermedad (presencia de moho, partes blandas, etc.).
Finalmente, considera esta pista importante: cuanto más grande sea el bulbo más impresionante será la vara floral e incluso podrá dar varias.
Te aconsejo que empieces cultivando los siguientes bulbos, que además de ser de los más conocidos son los más fáciles de hacer florecer en el interior:
→ Jacintos (Hyacinthus spp.)
→ Narcisos Blancos (Narcissus payraceus)
→ Amarilis (Hippeastrum)
→ Iris, variedad miniatura
A la hora de escoger el color de tu espectáculo floral, te ayudará leer el apartado del artículo “Flores y plantas de Navidad que decoran tu casa y mejoran tu bienestar” donde cuento el poder que tienen los colores en nuestros estados emocionales. Además de toda la información relativa al cultivo de, como a mí me gusta llamarles, “majestuosos” bulbos de Amarilis.
Trucos jardineros (positivos) de Eva Happyverde para triunfar con las plantas bulbosas
Durante el cultivo de los bulbos
- Para el cultivo en maceta y tierra, emplea un sustrato bastante suelto de rápido drenaje para evitar el encharcamiento (lo conseguirás añadiendo perlita o cortezas de pino como las que utilizamos para las orquídeas).
- Algunos bulbos están rodeados por una especie de capa similar al papel. Esto es normal y debes dejarla en el bulbo al plantarlo.
- A la hora de regarlos, asegúrate que el suelo queda húmedo pero no empapado.
- Cuando los bulbos florecen, es recomendable trasladarlos, ya que, al igual que las flores cortadas, su vida se prolonga si se mantienen lejos de la luz solar directa.
Es en este momento cuando debes colocarlos en el lugar donde quieras presumir de sus flores.
En ocasiones, los tallos florales pueden crecer excesivamente y doblarse, posiblemente debido a la falta de luz solar adecuada o a condiciones de crecimiento demasiado cálidas. Incluso tras la floración, estos tallos continúan creciendo y pueden no ser capaces de sostener el peso de las flores.
Una opción para solucionarlo, es cortar los tallos en su base y colocarlos en un jarrón con agua, donde podrán mantenerse frescos durante aproximadamente dos semanas. Otra alternativa sería en proporcionarles alguna forma de estructura de soporte, o incluso atar una cinta decorativa o un cordón de rafia alrededor de un conjunto de tallos para darles soporte.
Tras la floración de los bulbos
Una vez la flor se haya marchitado, ¡ni se te ocurra tirar el bulbo a la basura!
Riégalo cuando notes seca la parte superior del sustrato, apórtale abono y retira la vara floral cuando se haya secado del todo.
A partir de entonces reduce la frecuencia de riego y espera a que las hojas se sequen del todo (verás que amarillean). Entonces será cuando debes cortarlas y preparar al bulbo para que entre en reposo. Puedes retirarlo de la maceta o mantenerlo en ella, siempre y cuando te asegures dejar el sustrato bien seco y lo mantengas en un sitio fresco y oscuro hasta el siguiente octubre cuando deberás empezar a despertarlos.
Otra opción, si no quieres guardarlos en el interior, es plantarlos al exterior. Aunque algunos bulbos como los jacintos es posible que no florezcan muy bien al aire libre al siguiente año.
Ya has visto lo sencillo que es rodearse de hermosas flores de plantas bulbosas en tu hogar durante invierno. Así que no esperes más; si te enamoran los tulipanes, narcisos, crocus o jacintos, pero crees que es tarde para plantarlos en el exterior, comienza ahora mismo a crear tu propio jardín interior de bulbos de flor de primavera.
Recuerda que, tal y cómo te conté en mi anterior artículo, cuidar de un Jardín de interior nos aporta numerosos beneficios en nuestra salud y bienestar. Este invierno, cuando los meses se vuelven más fríos y oscuros, ¡ilusiónate más que nunca al ver crecer y florecer tus preciosos bulbos de primavera dentro de casa!
